El sistema eléctrico en España tiene una organización territorial que va más allá de la península ibérica, contando con algunas regiones extrapeninsulares. Por este motivo, el país se nutre de distintos subsistemas eléctricos: el sistema peninsular, interconectado con Europa, y los sistemas extrapeninsulares (Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla), aislados o con conexiones muy limitadas.
Estos sistemas presentan particularidades técnicas, regulatorias y económicas que pueden afectar directamente a los precios, al suministro y a la planificación energética. En este post analizamos sus diferencias clave y por qué debes tenerlo en cuenta para tu estrategia energética en función de tu ubicación.
¿Qué es el sistema eléctrico peninsular y extrapeninsular?
El sistema eléctrico peninsular es el sistema que abastece de energía eléctrica a la España continental (la que está dentro de la península ibérica); por otro lado, el sistema eléctrico extrapeninsular es el que abastece de energía a las zonas que no están conectadas físicamente con la península: Islas Baleares, Islas Canarias, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Como detalle, Baleares sí está parcialmente conectada al sistema eléctrico peninsular mediante el cable submarino Rómulo.
Principales diferencias entre el sistema eléctrico peninsular y extrapeninsular
Aunque a menudo hablamos del sistema eléctrico español como un único conjunto, en realidad conviven varios subsistemas con características muy diferentes. El sistema peninsular, que abastece a la España continental, es diferente al de los territorios extrapeninsulares y las ciudades autónomas.
Estas diferencias afectan no solo a la generación y transporte de electricidad, sino también a los costes, estabilidad, regulación e incluso a la capacidad para integrar energías renovables.
Interconexión y tamaño del sistema
Una de las principales diferencias entre ambos sistemas, el peninsular y el extrapeninsular, es la interconexión (la capacidad de un sistema eléctrico para poder conectarse a otros sistemas), y el tamaño (capacidad instalada en megavatios -MW- y la extensión de la red en kilómetros).
El sistema peninsular está conectado a otros países con los que tiene frontera, como Portugal, Francia o Marruecos. Esto permite importar o exportar energía según sea necesario, ayuda a equilibrar la oferta y la demanda, y facilita la integración de energías renovables.
Al ser un sistema más grande, es más robusto en cuanto a posibles caídas locales al tener más centrales que puedan compensar la demanda, y permite una mejor diversificación del mix energético (mediante renovables o hidroeléctricas, por ejemplo).
Los extrapeninsulares, salvo por el caso particular de Baleares y el cable submarino Rómulo, no están conectados, ni entre sí, ni con otros sistemas. Esto limita la capacidad de intercambiar energía haciendo que la demanda deba generarse localmente, y son más vulnerables ante picos de demanda o caídas de generación.
Su tamaño es más pequeño, tienen menos potencia instalada y menor cobertura de la red eléctrica, y los costes de generación suelen ser más altos que en el sistema peninsular.
Mix energético de generación y diversificación
En el sistema peninsular, el mix eléctrico es mucho más diversificado: energía nuclear, hidráulica, solar, eólica, ciclos combinados y biomasa. Esto permite optimizar costes, reducir emisiones y adaptarse a las condiciones meteorológicas.
En los sistemas extrapeninsulares, aún predomina la generación térmica convencional (diésel, fuel o gas), debido a su facilidad de almacenamiento y respuesta rápida. Sin embargo, esto supone mayores costes operativos y emisiones. Aunque se están introduciendo renovables (especialmente solar en Canarias), su integración también es técnicamente más compleja.
Costes de generación y régimen económico
En la península, el precio mayorista se determina en el mercado ibérico (OMIE, Operador del Mercado Ibérico de Energía), y los consumidores acceden a tarifas de libre mercado o reguladas de acuerdo con su contrato.
En los sistemas extrapeninsulares, la generación posee de un régimen retributivo especial que permite compensar el sobrecoste con fondos públicos. De este modo el consumidor final no percibe esta diferencia de precio y paga un precio similar al del sistema peninsular.
Estabilidad del suministro y vulnerabilidad
Gracias a su tamaño, su capacidad de reserva, y su interconexión y tecnología de gestión, el sistema peninsular es muy estable.
En cambio, los sistemas extrapeninsulares presentan mayor riesgo de cortes o fallos, al contar con menos centrales y con una infraestructura menor, una avería puede afectar al sistema de forma más severa.
Sostenibilidad y transición energética
En la península, hay más facilidad para la transición energética gracias al desarrollo de grandes parques eólicos, fotovoltaicos, y al impulso del autoconsumo particular, colectivo, e industrial.
En los territorios insulares y Ceuta y Melilla, la transición requiere soluciones específicas adaptadas a su particularidad geográfica: almacenamiento en baterías, microrredes, gestión activa de la demanda y generación distribuida.
La transición energética contribuye a reducir la dependencia de combustibles fósiles, a disminuir de forma general los costes variables del sistema, y a la descentralización del sistema. En Nieves Energía ofrecemos soluciones para empresas, administraciones públicas, y grandes consumidores. Si estás interesado en conocer nuestros planes, puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos a optimizar tu consumo energético.