El combustible que utilizamos a diario para mover vehículos, generar energía o abastecer industrias realiza un extenso viaje antes de llegar a su destino final. Este recorrido —conocido como la cadena de suministro del combustible— comienza en la extracción de la materia prima y finaliza en el repostaje del cliente o el uso que se le dé.
En Nieves Mobility, especialistas en transporte de combustibles, entendemos cada etapa de este proceso y su importancia para garantizar un suministro seguro, eficiente y sostenible.
En este artículo queremos explicarte cuál es el recorrido que hace el combustible desde que se produce, hasta que llega al consumidor final o a la empresa que lo utiliza para impulsar su maquinaria o sus vehículos.
¿Cómo funciona la cadena de suministro del combustible?
Una cadena de suministro (supply chain) es un conjunto de procesos, recursos y actores necesarios para llevar un producto o servicio desde su creación hasta el cliente final, de forma eficiente, segura y rentable para todas las partes.
El combustible, igual que tantos otros productos, llega a los clientes finales a través de un proceso en el que intervienen muchas personas a lo largo de varios procesos, que veremos a continuación:
Extracción de la materia prima
Todo empieza con la extracción del petróleo crudo, que es la materia prima principal de la mayoría de los combustibles líquidos. No entraremos en detalle sobre las diferentes formas de extracción, aunque sí podemos agruparlas en dos categorías:
- Extracción convencional: mediante pozos verticales que aprovechan la presión natural del yacimiento.
- Extracción no convencional: donde encontramos técnicas como el fracking (fracturación hidráulica) o la obtención de petróleo de arenas bituminosas.
El petróleo es un recurso limitado, y todos estos procesos se desarrollan bajo estrictas regulaciones medioambientales y de seguridad para minimizar el posible daño al medio ambiente por derrames o emisiones.
Transporte hacia refinerías o terminales
Tras su extracción, el petróleo crudo no sirve como combustible como tal, así que debe ser transportado al lugar donde pueda ser refinado o almacenado de forma intermedia (hasta llegar a la refinería). Este proceso se conoce como midstream, y puede realizarse de varias formas:
- Oleoductos: Grandes conductos que permiten el transporte del crudo de forma eficiente y segura a través de grandes distancias.
- Buques tanque: Grandes barcos que transportan el crudo por mar, llegando a transportar más de 2 millones de barriles en el caso de superpetroleros.
- Ferrocarril: La alternativa a los oleoductos, y también utilizado en rutas más flexibles.
- Camión cisterna: Utilizado para distancias cortas o áreas de difícil acceso.
Almacenamiento en terminales previo al refinado
En algunos casos, el crudo no va directo a la refinería. Este paso no es imprescindible, pero puede darse por varias razones:
- Terminales portuarias: cuando el crudo llega en barco y debe esperar su turno para ser procesado.
- Reservas estratégicas: depósitos que aseguran suministro ante crisis, o para equilibrar oferta y demanda.
- Capacidad limitada de refinerías: si la planta no puede procesar todo el crudo recibido de inmediato.
En España, puertos como Bilbao, Cartagena o Huelva cuentan con tanques para este fin.
Refinado del crudo
El refinado es el nombre con el que se conoce a los procesos mediante los cuales el crudo es transformado en productos útiles como gasolina, diésel o queroseno, entre otros. El objetivo del refinado es separar, transformar y purificar los diferentes hidrocarburos que componen el petróleo crudo. Esto se consigue a través de varias etapas principales:
- Destilación fraccionada: el crudo se calienta y se separa en fracciones según su punto de ebullición: gases (GLP), gasolina, queroseno, gasóleo y productos pesados como fuelóleo o asfaltos.
- Conversión: las fracciones más pesadas se procesan mediante técnicas como el craqueo catalítico o el hidrocracking para obtener combustibles más ligeros y de mayor valor.
- Tratamiento: se eliminan las impurezas como azufre y el nitrógeno para cumplir las normativas medioambientales.
- Mezcla y aditivado: se combinan fracciones y aditivos para obtener el rendimiento, calidad y especificaciones requeridas por el mercado.
Todo este proceso sirve para garantizar que el combustible final sea seguro, eficiente, y por supuesto compatible con los motores y sistemas de combustión actuales.
Transporte de los productos refinados
Una vez refinado el crudo, comienza la segunda parte logística que consta en el transporte de los productos hacia centros de almacenamiento o terminales de distribución.
Igual que en el primer transporte del crudo, este proceso puede ser efectuado mediante:
- Poliductos: transportan varios productos en lotes.
- Barcos y barcazas: para rutas marítimas o fluviales.
- Trenes cisterna: para largas distancias terrestres.
- Camiones cisterna: para distribución flexible y local.
En el siguiente punto veremos por qué no se transporta directamente al cliente final a pesar de que el producto ya ha sido refinado.
Almacenamiento tras el refinado
A diferencia del almacenamiento del crudo, que no era un paso imprescindible dentro de la cadena de suministro del combustible, el almacenamiento tras refinar el crudo sí es necesario.
Los terminales o depósitos cumplen funciones clave:
- Mantener stock de seguridad y evitar desabastecimientos
- Mezclar aditivos de acuerdo con la normativa de la región
- Preparar la logística y la distribución por zonas y tipo de combustible
- Facilitar la carga de los camiones cisterna que entregarán el producto
Empresas como Exolum, empresas logísticas, u operadores petrolíferos, son responsables de la gestión de este tipo de instalaciones esenciales dentro de la cadena de suministro.
Si quieres descubrir qué es una terminal petrolífera y cómo funciona, tenemos un post en el blog, donde hablamos sobre ello y explicamos su funcionamiento, los diferentes tipos y su papel en el mercado español.
Distribución final por empresas de transporte de combustible
Y llegamos al final de la cadena: el transporte y entrega del producto al cliente final, que puede ser desde una de nuestras estaciones de servicio Nieves, hasta grandes clientes industriales que necesiten combustible para su maquinaria, o instalaciones aeroportuarias o marítimas.
Como se puede apreciar, el itinerario del combustible, desde la extracción del crudo y su refinado, hasta que puede ser finalmente utilizado, es un proceso complejo, global y perfectamente coordinado, en el que intervienen un gran número de personas.
En Nieves Mobility nos especializamos en una de las partes críticas del proceso: el transporte de combustible, garantizando que cada litro llegue a tiempo, en condiciones óptimas, y con la máxima seguridad y cumplimiento normativo.
Si necesitas un partner estratégico para el transporte de combustible, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo y te ayudaremos a optimizar esta parte fundamental de tu operativa.
